domingo, 22 de mayo de 2011

Con la NEUMONIA hemos topado.

Vaya título de espanto!!! Ohhhhh!!!!!!! Pues sí, me tocó. He incubado de forma satisfactoria una neumonía bacteriana, la archifamosa y conocida mundialmente "pulmonía". Ésa que puede llegar a ser mortal en la tercera edad o en ciertos enfermos con factores de riesgo. 
¿Qué es la neumonía? ¿Cuáles son sus síntomas? ¿Cómo se desarrolla el tratamiento? ¿Duele? 
Creo muy interesante, como deportista amateur, que apenas lleva 6 meses en serio en este apasionante modo de vida que jamás abandonaré--es que me lo pregunta la prensa--, el tratar estas preguntas aportando una respuesta no de un profesional médico pero sí de alguien que la ha sufrido, que la está sufriendo mientras escribe estas líneas. Si ésto sirve para que cualquier persona, deportista o no, haga sonar las alarmas o tenga indicios de que algo está pasando, pues bienvenido sea.
Por resumir: como todos saben, en los pulmones, a nivel alveolar, se realiza el intercambio gaseoso con los vasos sanguíneos. El alvéolo pulmonar es una pequeña bolsa hasta la que penetran terminales arteriales y venosos. Los capilares arteriales recogen el oxígeno de la inspiración, y los venosos descargan el dióxido de carbono que es expulsado por las vías respiratorias. Fácil!!!! ¿Qué ocurre con una neumonía? Los alvéolos se llenan de líquido. Mal asunto porque no puede completarse el intercambio gaseoso, por lo que baja nuestra saturación de oxígeno en sangre. Si esta saturación desciende en exceso tenemos un problema, por lo que es vital la atención médica inmediata.


Dependiendo de la zona afectada, ésta se torna dolorosa y se inflama produciendo en algunos casos hemorragias, dolor, fiebre, hinchazón en extremidades inferiores y sobre todo, un dolor en el pecho similar al de un asmático (no voy a entrar en el tipo de neumonías diagnosticables que no es ésto una cátedra..).
En mi caso. Tras la cena noté opresión en el pecho. Esta opresión fue aumentando e impidéndome respirar. Tras irme a la cama, un dolor agudo instalado en el final de la inspiración me impedía respirar de forma normal. Y lo más notable, fui notando cómo el volumen de aire inspirado pasaba a la quinta o sexta parte del volumen normal. Como si los pulmones se hubieran quedado en un puño. Todo ésto sin síntomas previos, increíble. Esto no era normal: AL HOSPITAL!!!!!!!
En urgencias, tras comprobar que mi saturación de oxígeno en sangre era baja--para ello ahora se utiliza un pulsioxímetro de dedal--, me metieron de cabeza en un box. Se notaba en las caras que algo pasaba, que había que ponerse las pilas, y así lo hicieron: gasometría, electrocardiograma y analítica con enzimas cardíacas-lo del dolor en el pecho engaña--, placa de tórax y oxígeno nebulizado. En apenas 30 minutos vi la luz.
Tras unas 3 horas pasé a planta dónde al día siguiente me confirmó el especialista que sufría una neumonía bacteriana--como el que pilla una gripe,pero de las gordas-. El tratamiento simple: antibióticos en vena cada seis horas, sueros hidratantes, oxígeno nebulizado en mascarilla, es decir, oxígeno al que se ha añadido previamente a través del filtro de la mascarilla sustancias que penetran en la cavidad pulmonar. Así llevo con hoy, 4 días. Mañana me realizarán nuevas pruebas y lo más probable es que me envíen a casa varios días de reposo. Importante el reposo y la calma en la recuperación de este tipo de dolencias. 

Un poco aparatoso, ¿verdad? El sonido recuerda a Darth Vader
Con la administración de antibióticos en mi caso la respuesta ha sido inmediata. Resta analizar con nuevas placas qué ha sido de esa pequeña mancha pulmonar. Soy afortunado por haberla pillado a tiempo. El sufrimiento ha sido mínimo salvo el lío de las vías, siempre incómodo porque no puedes hacerte  la raya a la izquierda. De resto vamos aguantando.

Fudamental la vía intravenosa para la administración contínua  de medicación.
Muchos se preguntarán cuándo se regresa a una vida normal tras sufrir una neumonía y cuándo se puede regresar a los entrenamientos. Todo depende de cada organismo y su respuesta al tratamiento. Hace apenas tres días mi saturación de oxígeno en sangre era del 94%, baja para mi edad y condición. A día de hoy es perfectamente normal: 98%, pero aún se nota, se percibe que ahí abajo se ha montado una buena. Una recaída puede ser dura, por lo que hay que asegurar una completa recuperación.
Respecto al entrenamiento, y según el médico que me ha atendido el fin de semana, quien por cierto acaba de correr la Media Bluetrail de Tenerife--esto del deporte es una plaga!!!!--, el próximo fin de semana podría comenzar a estirar, caminar y poco a poco a meterme caña. Vamos a tener paciencia. No es eso lo más importante aunque los planes de luchar por el Triatlón de El Médano siguen en pie.

¿Qué recomiendo a deportistas y no-deportistas para evitar estas dolencias? Descansar 8 horas diarias, llevar una alimentación muy completa, sana y observarse. Somos nosotros el mejor médico. No seamos animalitos y evitemos ir al especialista para hacernos los duros. Por supuesto, practicar deporte, pero hacerlo con ciertas medidas protectoras: abrigarse tras el entrenamiento, no mantener prendas mojadas en reposo, usar un buen traje en aguas abiertas para mantener una mejor temperatura corporal. Precisamente gracias al entrenamiento estoy llevando esta dolencia con una tremenda facilidad. Menos mal. Para que digan del deporte..... A ver si hay  suerte!!!!





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