jueves, 15 de noviembre de 2012

Lanzarote mágica


                         

Último día de rodada en tierras conejeras. Qué rápido pasa lo bueno..... Ya en el desayuno Nicholas Ward gritó a los cuatro vientos: "hoy está bueno para ir al sur". El viento había caído y se veía venir un buen día. En un día ventoso, como los habituales por estos lares, si te dejas llevar hacia el Sur, bajas como un cohete con el viento de cola, pero después a ver quién gana barlovento regresando, tela..... Así que hay que considerar su intensidad y dirección, habitualmente del NE para programar las jornadas. En el Ironman exactamente lo mismo. La recta de Nazareth sin viento es un paseo triunfal. Con viento de cara, te cagas en tus muertos....

Ganas de una salidita larga, así que siguiendo la sugerencia del maestro, tirada hacia el Sur. Algo, no sé el qué, me llevó hasta San Bartolomé.... Allí junto a una pedazo de tienda de bicis (Más Deportes) y material deportivo triatlético había una cafetería en la que-sorpresa-, me encontré con José Carlos Hernández, nuestro maratoniano canario en London 2012. Sin duda era él. En SandsBeach no paran de poner vídeos sobre sus hazañas. Lo curioso es que un amigo me había puesto en contacto con él para vernos en Lanzarote, pero -Lanzarote mágica-, me lo encontré tomando café en San Bartolomé.....¡¡¡¡es la hostia !!!
Junto a José Carlos Hernández
Tuve el grandísimo placer de sentarme media horita con él -con babero- para escuchar cómo me hablaba de sus entrenos, de su planificación, de sus marcas, de su experiencia en Londres, de cómo había vivido la Maratón en la que acabó en el puesto 34. Estaba deseando hacerle la gran pregunta: ¿Cómo se puede ser capaz de correr una maratón en 2 horas 11 minutos? A lo que respondió lo que todos ya sabemos: entreno, entreno y entreno desde temprana edad. 

José Carlos es una persona inquieta. Cuenta sus relatos y proyectos con un brillo en los ojos que te abrasa y que te empapa como el alisio-a quién me suena ésto....-. Te hace partícipe de ellos de una forma que acabas levitando y viviéndolo como si estuviera pasando en ese instante. Sin duda destacan además su sencillez y su cercanía. Allí estaba, perdiendo tiempo de entrenamiento en La Santa para tomar un café con un desconocido. ¡Qué crack! Toda mi gratitud para un Grande. 

Sinceramente al salir de San Bartolomé por un momento me apeteció dar la vuelta y regresar a SandsBeach. ¿Se puede mejorar un dia así? Visualizando la ruta de los Volcanes me decidí a tirar hacia el sur y afrontar un entreno de impresión. Atravesar el Parque Nacional de Timanfaya fue una experiencia única. Más de una vez tocó parar, respirar, escuchar el silencio y contemplar las vistas...Qué maravilla.... Fueron 91 kms. Sinceramente apetecía darle un poco más de pedal, pero la hora tardía y el hambre me acosaban... 

El último de los días de entreno. Un día mágico en una isla sin duda Mágica. 
 

 
                                                      

                             


   




No hay comentarios:

Publicar un comentario