Swimming in the rain.

Playa de El Médano a las 16 horas--aunque parezcan las 20-- del domingo.

Ni la lluvia, ni el viento ni un tiempo ideal para estar en casa con 20 capítulos de Friends impidieron completar el entrenamiento este finde. Lo más destacable e interesante: nadar en un playa vacía, con un agua helada, un viento sur y una corriente bastante fuertes y un palo de agua que me hizo sentir afortunado de hacer lo que hago, qué sensación más espectacular. Nadando a dos y "tirando de cremallera" me voy acostumbrando a nadar en aguas abiertas, aprovechando la corriente, tratando por todos los medios de hacerlo en línea recta y tragando agua, eso sí...

Alucinante el Garming. Lo he llevado por llevarlo, pero cuando he descargado los datos, he visto cómo me ha grabado el entrenamieno EN EL AGUA sobre la carta de foma íntegra, con giros incluidos.

Sigo notando cómo recupero de forma rápida y cómo las pulsaciones van a menos en zonas en las que en días pasados se disparaban.  

Estoy frito. Me noto hasta el carcañal, :-) Esta noche toca un paracetamol, pijama, tele y a leer la revista triatlón y ver vídeos de natación para estudiar la técnica.