sábado, 5 de marzo de 2011

Semana intensa

Mes de marzo, cómo pasa el tiempo....Parece que el verano está a la vuelta de la esquina. La semana que mañana domingo finaliza ha sido de una gran intensidad por diferentes motivos: intentar encajar los entrenamientos con una dura semana laboral, mejorar en la piscina--lo peor que llevo--, y empezar las clases de natación. 
Ya en fin de semana--largo porque aquí en Tenerife el martes es festivo al que añado el lunes como día de descanso--, miro hacia atrás y me siento orgulloso de lo conseguido en estos últimos 6 días. Ha sido francamente duro, por lo que gratifica aún más. A pesar de todo esto, no debo caer en la euforia porque aún estoy en pañales, aún soy un novato de la bicicleta, la carretera y las zapatillas, que trata de abordar un sueño con la mayor de las ilusiones y las ganas. Apenas 140 días para el triatlón de El Médano. ¿Lo conseguiré?


Como diría Jack el Destripador, "vamos por partes" contando las novedades, lo más sobresaliente de la semana:
Por lo menos que se me vea en el agua, ¿no?
1.- He comenzado las clases de natación: muy necesitado de ellas, por fin tengo un rumbo que seguir, unas pautas marcadas que me van a hacer mejorar cada día. Fue el día más duro de la semana: madrugón a las 04:30, en el agua de la piscina a las 06:15, aunque llegué al centro a las 06:00 y esperé en la puerta para aprovechar al máximo el tiempo, ¡¡¡¡y no era el único!!!!  Es impresionante porque la sala de musculación en la que se encuentran las máquinas de cardio, da hacia la piscina con una gran cristalera desde la que las personas que están en las cintas nos ven y deben pensar: "estos tíos están locos, con el frío que hace". Pues a las 06:20, cuando entré en el agua, ¡¡¡TODAS las cintas estaban llenas!!!  Viva el deporte. 
Quince horas después, a las 21 horas, estaba de nuevo en la piscina para comenzar la primera clase. Casi echo el hígado en la piscina. No sé de dónde saqué las fuerzas, pero no pensaba parar por nada del mundo. Entre la mañana y la noche completé unos 2000 metros. 
Viernes de carnaval a las 22 horas en la sala de musculación.
Sólo yo y las máquinas. Carnaval, carnaval...
El entrenador, Pedro, tras verme dar unos largos, me dijo que "no estoy tan mal, pero que hay cosas que corregir". Imaginen mi alegría, cuando tras verme nadar 4 largos, me dio el planning a seguir y me dijo que en mes y medio estaré nadando 1500 metros. ¡¡¡Wowwwwww!!!! Me dio un subidón que me proporcionó un balón de oxígeno para los siguientes largos. 
En primer lugar entrenaré piernas y respiración. Pedro me ha marcado unos ejercicios con tabla, ejercicios que practicaré este largo puente en la playa. Completando los 1000 metros de la clase, pude sentir cada una de las fibras de mis cuádrices calentándose como el radiador de un coche. Duro, muy duro...
Continuaré este finde, tras el entrenamiento, con unos largos en la playa, con tabla en mano, y a tirar de piernas. A buscar el equilibrio, a respirar con normalidad. Quiero volver el miércoles con la lección aprendida.


2.- Por fin puedo monitorizar mis pulsaciones y enviárselas a Javier Rabanal. Vamos a sacar mucho partido a esta herramienta de mi nueva adquisición: el Garmin Forerunner 110. Una auténtica joya que va a acompañarme a partir de ahora. Tras un par de semanas en los foros, creo que he acertado con la compra de esta máquina. El propio reloj conecta con los satélites calculando posición y velocidad. Su sensor de cardio envía las pulsaciones, y todo es descargado tras el entrenamiento en la web de Garmin obteniendo unos resultados espectaculares. 


Garmin Forerunner 110: mi nueva pareja de baile.

Gráfica de frecuencia cardíaca obtenida desde Garmin Connect


De momento esto es todo, amigos. Me voy a la cama, con lo último en revistas de Running, para seguirme empapando de este mundillo....... Mañana, Maillot, y a la carretera. Después un par de plátanos, neopreno y ¡¡¡¡ al agua !!!!

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